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Elemental, querido MIDI

El MIDI es un lenguaje que utilizan los instrumentos modernos para comunicarse entre ellos, enviar y recibir datos y sincronizarse. Una configuración MIDI muy habitual es conectar un teclado a tu tarjeta, de manera que puedas tocar los sonidos de la tarjeta usando ese teclado, que por eso llamamos maestro o controlador. Lo que sucede es que el maestro envía los datos de la nota pulsada, la fuerza con que se pulsa (velocidad)... y la tarjeta los reproduce. Y esto nos lleva a hacer una primera diferenciación.

Audio y MIDI: los datos MIDI no tienen absolutamente nada que ver con los de audio. El audio se almacena en tu ordenador digitalmente, partiendo los datos del sonido original en pequeños fragmentos numéricos que contienen información acerca de la frecuencia, volumen y otros datos complejos de la onda sonora. Se oirá igual por ello en cualquier dispositivo que la reproduzca, es como un "retrato" fiel de un sonido original. El MIDI, como ya hemos dicho, genera datos concretos de notas, pulsación... y no sonidos en sentido estricto. Los sonidos los produce el dispositivo que esté leyendo los datos MIDI (que le ordenan cómo hacerlos sonar), y no los datos MIDI en sí mismos. Cuando reproduces un archivo MIDI, estás escuchando los sonidos de tu tarjeta, y por eso si llevas ese archivo a otro dispositivo cualquiera (otro ordenador con otra tarjeta, un módulo o un teclado), sonará distinto.
Siendo este un tema de confusión entre los recién llegados, y por si no acabas de verlo, usaremos una metáfora sencilla que puedes probar en tu ordenador. Abre un programa de dibujo y, por otro lado, el bloc de notas (que almacena el texto en un formato universal, como hace el MIDI con las notas). Escribe algo en el bloc. Ahora captura esa pantalla ( tecla Print Screen) y pégala en el programa de dibujo. Graba el texto del bloc. ¿A dónde queremos llegar con esta historia? Fíjate: ahora mismo deberías tener en tu programa de dibujo un gráfico del bloc de notas con el texto. Ese gráfico se almacena de una forma paralela a la del audio, es decir, un montón de unos y ceros que le dicen al ordenador qué color, luminosidad... debe aparecer en cada pixel. Pero si ahora abres el texto del bloc con el Write, el Word, el WordPerfect o lo que sea, verás que puedes leer el texto en cualquiera de ellos. En el primer caso, como en el audio, hemos digitalizado (convertido en ceros y unos) un fragmento de realidad, sea gráfico o sonoro. En el segundo caso, usamos unas instrucciones para decir al programa de texto (igual que a un secuenciador MIDI) qué es lo que debe hacer para reproducir nuestro texto original.
Debido a esta radical diferencia, es fácil responder a dos preguntas clásicas:
¿Puedo pasar un archivo WAV a formato MIDI?: No, por la total separación entre los datos que manejan los dos. ¿Podrías convertir el texto que ves en el programa de gráficos del ejemplo anterior en texto para editar con Word? Es evidente que no. Vale, puedes usar un OCR (reconocimiento de textos), y también hay programas que tratan de "escanear" los tonos de un WAV para pasarlos a notas MIDI, pero te aseguro que son mucho peores que el OCR y tan sólo experimentales.
¿Puedo pasar un archivo MIDI a formato WAV? Sí, si grabas lo que reproduce la tarjeta o el dispositivo que utilices como una forma de onda... de la misma manera que hemos capturado el texto del bloc y lo hemos convertido en un gráfico.

Con todo esto deberías ya tener muy delimitado lo que es el MIDI en general, así que pasamos a otros temas ya propios de este lenguaje...

Multitimbralidad y polifonía, partes o canales y voces: la multitimbralidad supone reproducir distintos timbres (o instrumentos) al mismo tiempo, y la polifonía se refiere a la cantidad de notas (de cualquier instrumento) que pueden estar sonando a la vez. Es común leer expresiones del estilo "multitímbrico a 16 partes y polifónico a 64 voces". Esto quiere decir que ese dispositivo MIDI podrá ejecutar 16 instrumentos al mismo tiempo, con un límite de 64 notas sonando a la vez. La ISIS tiene una polifonía de 64 notas y 32 partes de multitimbralidad por hardware, lo cual debe sobrar para cualquier cosa que no sea una orquesta sinfónica completa instrumento por instrumento (para esto se inventaron los sonidos brass y strings :-D). Las 32 partes se reflejan en los 16 canales que tienes a tu disposición por cada uno de los puertos MIDI de la tarjeta, que son dos: el ISIS MIDI Synthesizer y el ISIS MIDI Synthesizer Extended. Por un mismo canal de cada puerto sólo puede ir un instrumento, o sea que si tienes varias pistas de piano, sólo necesitarás poner el sonido de piano en el canal 1-puerto 1 y hacer múltiples pistas con el canal 1-puerto 1, en principio. Si cambias el instrumento en ese canal, todas las pistas que tengan asignado el canal 1 lo harán a su vez (siempre que usen el mismo puerto, insistimos), y también pasará lo mismo con cualquier otro parámetro como el volumen o el pan. Por eso lo de "en principio"... si deseas aplicar distintos efectos a un mismo instrumento, colócalo en diferentes canales.
Has de tener en cuenta que el canal 10 está reservado para percusión, asi que no podrás hacer sonar ni pianos ni bajos ni nada que no sean tamborcillos por ese canal. Y por cierto, ¿qué pasa si te va lo barroco y pretendes tocar más de 64 notas a la vez? Pues que la tarjeta comenzará a eliminar las que superen esa cifra, empezando por la primera pulsada, normalmente.

General MIDI, General Standard de Roland y XG de Yamaha: Siendo el MIDI un lenguaje que trata de ser universal (y lo es), se han decidido unos estándar de tablas de instrumentos para que, si haces una canción en tu ordenador dandole unos determinados datos de instrumentos, se escuche igual en cualquier otro dispositivo. Eso es el General MIDI (GM), que fue el primero: definió los característicos 128 instrumentos y la percusión en el canal 10. El General Standard (GS) es posterior y más avanzado: añadió dos buses de efectos (reverb y chorus), capas de patches y controladores en tiempo real (como vibrato y ataque). XG es un estándar creado con Yamaha que dispone una gran variedad de efectos MIDI editables.

Bancos de usuario: Aunque esta materia se sale de lo que es puramente el MIDI, podemos decir que podrás controlar un banco de sonidos creado por ti usando instrucciones MIDI. Esto es, puedes diseñar un instrumento y luego tocarlo con tu teclado conectado a la tarjeta. ¿Cómo crear esos instrumentos? Pues esto es territorio del sampler, asi que para lo que estamos tratando baste saber que esos sonidos son controlables al igual que los GM.

Efectos con el MIDI: hemos hecho alusión a algunos de los datos MIDI que envía un teclado, como la nota y la velocidad de pulsación. Afortunadamente, son muchos más los que se pueden producir, y esto puede marcar la diferencia entre un sonido vulgar y algo más personal (¿eh, que te deciamos del GS?). Si tu teclado maestro lleva unas ruedecillas para manejar el pitch (cambio de tono) y la modulación, estás de suerte, porque ambos parámetros son reconocibles vía MIDI y podrán ser grabados en tu secuenciador. También lo son el reverb y el chorus (¿o para que está el DSP de la tarjeta?), así como el pan, el volumen y otros muchos que merecerían más espacio del que pretende este tutorial elemental. Pero ten en cuenta que puedes usar todos ellos para mejorar tu música y ser creativo; no todo se limita a aporrear teclados.